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Comprender, experimentar y participar de la sustentabilidad

Por Alicia Santi

La Educación para la Sustentabilidad se trata de cultivar ciudadanos comprometidos que actúen de manera responsable en sus comunidades y en el mundo. De esta forma, emerge como un enfoque esencial para enfrentar los desafíos contemporáneos. Para lograrlo, es crucial que las estrategias didácticas se alineen con estos objetivos, permitiendo a los estudiantes no solo comprender, sino también experimentar y participar activamente en su entorno.

Aquí es donde las metodologías educativas juegan un papel fundamental. El Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS), a través de su programa de Ciudadanía Activa, ha incentivado la creación de estrategias educativas que conecten los contenidos curriculares con las realidades sociales y ambientales en las que los estudiantes se desenvuelven. Uno de los enfoques utilizados en el programa es el aprendizaje basado en juego, destacándose “Sustentópolis”, un juego que transforma el aprendizaje en una experiencia activa y lúdica, conectando a los estudiantes con sus experiencias urbanas.

En los últimos años, estos recursos didácticos se han potenciado mediante el Programa de Aprendizaje y Servicio (A+S) de la UC, que permite a los estudiantes vincular sus aprendizajes previos con problemas reales, fomentando la empatía y una conciencia más profunda sobre su entorno. Esta conexión no solo enriquece el aprendizaje, sino que también genera un impacto positivo en la sociedad, cultivando un sentido de responsabilidad social y formando a los estudiantes como agentes de cambio, o que desarrolla competencias que trascienden las aulas.

La interrelación entre el Aprendizaje y Servicio, los recursos educativos de CEDEUS y la Educación para la Sustentabilidad es intrínseca y poderosa. Ambas metodologías promueven la participación activa y el aprendizaje experiencial, elementos clave en la formación de ciudadanos sustentables. A través del A+S, los estudiantes no solo adquieren conocimientos, sino que también desarrollan habilidades como la colaboración y el pensamiento crítico. Por su parte, el uso de dispositivos como “Sustentópolis” permite un espacio de reflexión sobre sus experiencias cotidianas y sobre el impacto de sus acciones en el entorno.

Integrar estas estrategias en el aula representa una oportunidad única para equipar a los estudiantes con las competencias necesarias para enfrentar los desafíos del siglo XXI. La educación para la sustentabilidad no es simplemente un contenido más en el currículo, es una invitación a repensar nuestra relación con el mundo. Este proceso educativo se convierte en un motor de cambio, capaz de transformar no solo a los individuos, sino también a las comunidades e impactar en nuestro entorno.

En última instancia, la educación para la sustentabilidad nos convoca a actuar con responsabilidad y a construir un futuro más justo y sustentable. Al conectar el aprendizaje con el entorno y promover la participación activa, se establece un vínculo significativo entre los estudiantes y su contexto. De esta forma, la educación se convierte en una herramienta poderosa para empoderar a las nuevas generaciones, preparándolas para ser líderes en un mundo que demanda cambios urgentes. El compromiso con la Educación para la Sustentabilidad es, por tanto, un paso crucial hacia un futuro donde el respeto por nuestro entorno y la solidaridad sean los pilares de nuestras sociedades.

ALICIA SANTI

encargada del programa Ciudadanía Activa

Centro de Desarrollo Urbano Sustentable CEDEUS