Si bien la inteligencia artificial tiene gran potencial para estudiar y aprender de manera más efectiva, se corre el riesgo de que sea usada de forma deshonesta. Para promover un buen uso de esta tecnología, te invitamos a implementar las siguientes estrategias.
Conversa con tus estudiantes cuál es el uso esperado de la inteligencia artificial, en qué ocasiones se puede utilizar y en cuáles no. En los casos que no se pueda utilizar, explica el sentido que tiene para el logro de los aprendizajes esperados en el curso.
Habla con tus estudiantes acerca de las oportunidades y limitaciones que tiene la herramienta. Por una parte, puede hacer que algunos procesos sean más eficientes, pero también puede presentar errores y sesgos, por lo que sus respuestas no son del todo confiables.
Cuando puedas, solicítales a tus estudiantes que vinculen sus trabajos con casos específicos, problemas reales, experiencias personales o reflexiones. Estas no solamente son más difíciles de generar por medio de herramientas de inteligencia artificial, sino que también promueven mejores aprendizajes.
Procura evaluar procesos que consideren un trabajo sostenido en el semestre, con instancias formativas. De esa manera, puedes monitorear el trabajo del curso y evaluar su consistencia. Esto, además de ser una práctica que tiende a mejorar el aprendizaje del estudiantado, te permite familiarizarte más con el trabajo del curso y así detectar productos que hayan sido elaborados con IA.
Intenta utilizar las herramientas de inteligencia artificial para cumplir tus propias instrucciones. Así verás cuáles son las respuestas que genera o puedes editar tus evaluaciones para que sean más difíciles de responder por este medio si es necesario.
Considera otras estrategias para la prevención de faltas a la Integridad Académica. Para eso, puedes consultar este material