Directora del Centro de Desarrollo Docente UC debatió sobre los cambios curriculares que requerirán las profesiones a futuro

15 de Junio 2021

Un estudio realizado por la consultora McKinsey en 2017 proyectó que para 2055, la mitad del trabajo actual estará automatizado, proceso que se puede adelantar o atrasar 20 años dependiendo de diversos factores. Esta proyección ha sido ampliamente debatida, ya que la posibilidad de reemplazar tareas rutinarias con tecnología también abre posibilidades de empleo asociados a […]

En el encuentro organizado por Laspau -institución líder en innovación educativa asociada a Harvard-, Chantal Jouannet analizó las habilidades y los saberes que requerirán los y las profesionales que actualmente se están formando, para enfrentar un mercado laboral que requiere cada vez más flexibilidad y capacidad de adaptación al cambio.

Un estudio realizado por la consultora McKinsey en 2017 proyectó que para 2055, la mitad del trabajo actual estará automatizado, proceso que se puede adelantar o atrasar 20 años dependiendo de diversos factores. Esta proyección ha sido ampliamente debatida, ya que la posibilidad de reemplazar tareas rutinarias con tecnología también abre posibilidades de empleo asociados a la innovación y la creatividad. Pero lo cierto es que el escenario laboral futuro traerá cambios cada vez más acelerados, que requieren una adaptación de las formas en que las instituciones de educación superior forman profesionales.

Este es el escenario que dio pie al panel Repensando el curriculum para las profesiones del futuro realizado el pasado 10 y 11 de junio en el contexto de la segunda cumbre de Educación Superior de las Américas organizada por Laspau, institución líder en innovación educativa asociada a la universidad de Harvard. En la discusión participaron el académico y ex rector de la Universidad de Campinas (Brasil) Marcelo Knobel; la académica del Instituto Insper (Brasil), Paulina Achurra; y la directora del Centro de Desarrollo Docente de la UC (CDDoc), Chantal Jouannet.

Los y las participantes coincidieron en la importancia de pensar en el tipo de profesionales que se requiere formar para el escenario laboral actual y futuro, y en la necesidad de que desde la docencia se pueda “enseñar a aprender”, en un contexto en que los y las profesionales tendrán que adaptarse constantemente a nuevos desafíos y seguir adquiriendo nuevos conocimientos después de egresados.

“Desde el año 2006, lo que hemos potenciado como centro es formar a nuestros profesores con metodologías de enseñanza y aprendizaje que van más allá de la repetición de contenidos, poniendo énfasis en que los y las estudiantes se involucren activamente con el contenido y lo transfieran al hacer”, planteó la directora del CDDoc. En este proceso, destacó el rol que cumplen los centros de apoyo a la docencia, especialmente para entregar herramientas pedagógicas a académicos y académicas.

“Los docentes requieren de unidades de apoyo para poder realizar sus clases. Ellos son expertos en sus disciplinas, pero no necesariamente lo son en el proceso de enseñanza y aprendizaje, ni en el uso de herramientas digitales, o en el desarrollo de las habilidades de la creatividad o del pensamiento crítico, de compromiso social y de trabajo en equipo en los estudiantes. Creo que el acompañamiento a docentes en todos sus procesos es central para lograr desarrollar no solo buenos profesionales, que van a trabajar en grandes empresas, sino que en formar ciudadanos que puedan realmente ser un aporte a la sociedad”, señaló Jouannet.

La importancia de las habilidades transversales y la formación general:

Como parte central del debate, los y las participantes se refirieron a la importancia de la formación general como base de toda carrera, ya que esta permite que las personas puedan trabajar y adaptarse a distintos ámbitos, y no solamente al de sus propias áreas disciplinares. Sin embargo, el ex rector Knobel explicó que transitar hacia una base más sólida de formación general aún requiere bastantes esfuerzos.

“El sistema de educación superior en América Latina es bastante rígido, y tradicionalmente ha sido muy centrado en el contenido, en vez de las habilidades que son necesarias para toda la vida”, explicó.

Paulina Achurra, del Instituto Insper, coincidió en este diagnóstico y agregó que la meta actual consiste en ponerse de acuerdo en cuáles son las habilidades que se deben potenciar y cómo trabajarlas: “Cuando hablamos de incorporar otras habilidades, para que nuestros alumnos puedan continuar aprendiendo al finalizar sus estudios, tenemos que abrir los espacios para que puedan desarrollar esas habilidades durante el tiempo que permanecen en la universidad”.

En relación a esto, Chantal Jouannet apuntó al trabajo en conjunto con comunidades como una metodología que permite incorporar el desarrollo de habilidades transversales de manera integrada al currículum, y no de manera separada en diferentes asignaturas, destacando el trabajo del programa Aprendizaje Servicio de la UC.

La cumbre de Educación Superior de las Américas es una de las instancias más importantes de discusión e intercambio de experiencias sobre educación universitaria a nivel mundial.