La retroalimentación en la docencia universitaria: un caso en la formación de ingenieros en Chile
La calidad en la educación tiene un carácter polisémico y es complejo delimitarla (Contreras et al, 2016). Por ello, es importante evaluarla desde varias perspectivas y en distintos momentos del proceso educativo. Un método que se puede implementar para hacer mejoras en las clases mientras el curso esté en proceso son las evaluaciones intermedias. Éstas […]
La evaluación de la docencia permite que los y las docentes vean con ojos críticos sus propias prácticas e incorporen mejoras en éstas. Debido a la complejidad del proceso educativo, para evaluarla es importante utilizar diversos instrumentos, poniendo énfasis en los procesos de aprendizaje y enseñanza, y tomando en cuenta tanto a docentes como a estudiantes. Un método de evaluación provechoso, tanto para estudiantes como para profesores, y que ha sido ampliamente estudiado por la literatura, consiste en las denominadas evaluaciones intermedias las que permiten introducir ajustes en los cursos de manera oportuna.
La calidad en la educación tiene un carácter polisémico y es complejo delimitarla (Contreras et al, 2016). Por ello, es importante evaluarla desde varias perspectivas y en distintos momentos del proceso educativo. Un método que se puede implementar para hacer mejoras en las clases mientras el curso esté en proceso son las evaluaciones intermedias. Éstas son retroalimentaciones dadas por alumnos y alumnas a mitad del semestre académico acerca de la labor pedagógica de las y los docentes. Algunos de los elementos positivos encontrados en otros autores sobre este tipo de evaluaciones son:
Para las y los profesores, algunas de las ventajas consisten en contar con información oportuna para poder introducir cambios en su práctica docente a lo largo del semestre. También incentiva y fortalece la búsqueda de herramientas docentes que enriquezcan la enseñanza y el aprendizaje. Por último, potencia la reflexión respecto del propio proceso educativo, ayudando a dar cuenta de posibles dificultades que subyacen al mismo.
Para los y las estudiantes, la realización de una evaluación intermedia del curso permite, por ejemplo, estimular la capacidad de intervención en el proceso educativo, mejorar el ambiente de aprendizaje mediante una mejora en la comunicación con el docente e incentivar la capacidad de observar y evaluar.
Los autores (Contreras et al, 2016) estudian el caso concreto de PUCV, donde en el año 2015 se realizó una evaluación intermedia en los ramos críticos de Ingeniería, considerando como ramos críticos aquellas asignaturas que tenían una tasa de reprobación superior al 50%. Esto se realiza en el marco del diseño de un Sistema de Evaluación Intermedia, llevado a cabo el 2014. Una vez aplicada la evaluación intermedia y finalizado el curso, se hizo envío de un cuestionario para que calificaran la efectividad de dicha evaluación en su experiencia de aprendizaje en el curso.
Los resultados muestran que los alumnos perciben la evaluación intermedia como una información relevante para su proceso educativo. Una variable importante para la valoración de los estudiantes sobre la evaluación intermedia fue el explicitar los resultados de dicha evaluación por parte del o la docente hacia los y las estudiantes. En una escala de 1 a 7, los y las estudiantes calificaron con un 5,4 a aquellos profesores y aquellas profesoras que dieron a conocer los resultados de la evaluación intermedia al curso. Por el contrario, las clases donde los y las docentes no hicieron explícito los resultados de la evaluación, tuvieron una menor apreciación positiva por parte del estudiantado. Por lo tanto, un factor fundamental para que la evaluación intermedia sea efectiva es que sus resultados sean comunicados oportunamente al curso.
En la mayoría de los casos, el estudiantado reporta que los y las docentes cambiaron los aspectos a mejorar declarados en la encuesta. Siendo los profesores y las profesoras un elemento fundamental en el proceso educativo, las evaluaciones intermedias realizadas por el estudiantado ayudan al carácter reflexivo de la práctica docente, de forma que se pueda mejorar la calidad de la docencia.
En línea con los múltiples beneficios de aplicar una evaluación intermedia como han expuesto Contreras et al (2016), la UC ha aplicado un tipo de evaluación intermedia denominada Evaluación Temprana de Cursos (ETC) a través de la cual es posible hacer un diagnóstico sobre la docencia de los cursos antes de que finalice el semestre.
Les invitamos a revisar la siguiente infografía que resume la investigación mencionada anteriormente:
Te invitamos a explorar dentro de esta misma página web las características de la Evaluación Temprana de Cursos.
Referencia:
Contreras, D., Canales, D., & Arredondo, E. (2016). La retroalimentación en la docencia universitaria: un caso en la formación de ingenieros en Chile. Revista del Congrés Internacional de Docència Universitària i Innovació (CIDUI).